Elon Musk ha generado polémica al presentar su nueva IA, Grok 3, que destaca por superar a sus competidores pero con un modelo de negocio de suscripción de pago. La estrategia de Musk se basa en la ideología y el culto a su personalidad más que en la innovación tecnológica pura. A pesar de los benchmarks favorables, la decisión de hacer a Grok 3 de pago plantea interrogantes sobre su adopción y relevancia en el campo de la inteligencia artificial. Se cuestiona si el supuesto buen rendimiento justifica el coste, especialmente cuando existen alternativas gratuitas disponibles en el mercado.